Antes de tomar decisiones en materia tecnológica, es importante diseñar una estrategia que aproveche al máximo los recursos disponibles de la empresa.
Se deben conocer previamente los problemas actuales de la empresa, en especial cuál es su visión del negocio, a corto y mediano plazo.
Basándonos en sus requerimientos iniciales, se realiza el levantamiento de información de la infraestructura tecnológica actual, para luego ofrecer una serie de recomendaciones que le permita tomar decisiones, acorde a sus necesidades y realidad financiera.